domingo, 9 de enero de 2011

¿Por que recebar un campo de fútbol de hierba sintética?

Las superficies deportivas de césped artificial para fútbol forman un sistema que se compone de:
  1. Base sobre la que se coloca el césped (base con o sin asfalto)
  2. Base elástica (opcional)
  3. Césped artificial de 45 a 60 mm.
  4. Relleno de arena de sílice (unos 20 kg por m2)
  5. Relleno elástico, que puede estar formado por caucho sbr, termoplástico, fibra de coco y otros componentes.
Estos sistemas "funcionan" adecuadamente cuando los rellenos y la fibra están en cantidad y estado ideales.
Cuando un campo está recién instalado, normalmente todos sus componentes funcionan correctamente, es decir, cumplen su función:
  • El césped se mantiene recto y hace su función de que el balón ruede correctamente y la superficie del campo se parezca y se comporte como un césped natural.
  • Los rellenos están en la cantidad adecuada y cumplen una función múltiple. Por un lado mantienen el césped erguido gracias a que ocupan los espacios intermedios entre las fibras, y por otro realizan una función amortiguadora y deslizadora que evita lesiones a los jugadores, amortigua los impactos en la carrera y hace que el balón bote y se comporte correctamente.
Pero con el paso del tiempo, el relleno de un campo de fútbol tiende a compactarse, ocupando menos espacio y volviendo el terreno de juego más duro. Por consiguiente, hay más fibra que queda al descubierto (sobresale del relleno) y esta empieza a sufrir una serie de graves problemas:
  • Al sobresalir más centímetros de fibra, estas se tumban fácilmente, lo que ocasiona que se amontonen unas sobre otras y en cada pisada del jugador se froten y degraden.
  • Por otro lado, el balón correrá como en un campo de tierra, al no encontrar la resistencia a la rodadura que le dan las fibras cuando están en pie.
  • El campo adquiere una vista característica brillante, como si fuera una superficie continua de plástico.
Cuando los rellenos se compactan por el uso y el paso del tiempo, debemos actuar para que nuestro campo deportivo no se degrade prematuramente y sea necesario reponerlo por completo, lo que supone una inversión de cientos de miles de euros.
En este caso hay que realizar un diagnóstico del campo, el cual puede llegar a dos conclusiones:
  1. El campo tiene suficiente relleno pero está muy compactado.
  2. El campo no tiene suficiente relleno.
En el primer caso es necesario realizar una descompactación profunda del campo, lo que conseguirá "sacar a flote" el relleno compactado. La consecuencia positiva es que el campo volverá a tener las fibras rectas y levantadas y el relleno cumplirá correctamente con sus funciones de amortiguación. Y coneguiremos alargar la vida de nuestro campo.


El segundo caso requiere de una descompactación + un recebado (de tantos kg/m2 como sean necesarios). Los recebados son operaciones de mantenimiento correctivo que consisten en añadir al campo una cierta cantidad de relleno elástico (del mismo tipo con el que se instaló) con una maquinaria especializada y siguiendo un proceso específico. Es una operación delicada y debe ser realizada y supervisada por profesionales.

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Una vez acabados estos trabajos, el campo debe comportarse a la perfección, con las fibras levantadas y los rellenos sueltos y bien distribuidos, lo que debe generar una muy buena amortiguación de impactos y poca resistencia a la rotación (debemos notar el campo mullido).



Estas operaciones de mantenimiento correctivo son puntuales. Al margen de que el campo tenga la necesidad de un recebado o descompactado profundo, los mantenimientos rutinarios de cepillado, redistribución de los rellenos, descompactado superficial y aspiración de residuos son fundamentales para que el campo se encuentre siempre en buenas condiciones de juego y no se deteriore prematuramente.

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